Fui la reina de mi templo y la ruina de tu cuento.

Fui la reina de mi templo y la ruina de tu cuento.

martes, 15 de marzo de 2011

William Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, sabes por qué? Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele.

Hay momentos en la vida en que una sola decisión en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides estar con alguien, cuando decides quererlo o no quererlo, cuando decides tirar para delante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea. Esa décima de segundo pódra hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz. Podrá hacer de ti un héroe o un criminal. Podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual nunca podrás volver atrás.

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